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En esta obra, el lector encontrará una indagación de las representaciones y prácticas al interior del tercer ciclo de la Educación Básica acompañada de una descripción macrosocial de la compleja relación entre familias y escuelas en el marco de las políticas neoliberales y de la redefinición social de la mujer. Los principales problemas que atraviesan a las instituciones, que afectan sus relaciones y vínculos, que en el marco de la reforma educativa generan una dinámica relacional particular, son analizados e interpretados a la luz de un marco teórico que pone de relieve las regularidades propias del campo social. Los educadores e investigadores hallarán un espacio de conceptualización y planteos teóricos que abren la discusión. El libro ofrece elementos para el análisis reflexivo de los vínculos, relaciones y conflictos entre familias y escuelas, consideradas como espacios de construcción de nuevas subjetividades y nuevas prácticas.
En los últimos tiempos, y cada vez con mayor frecuencia, la familia ha sido revalorizada respecto de su función pedagógica, sea como déficit o como aporte al proceso de enseñanza-aprendizaje escolar. Esta díada estaba ya presente en los estudios que se desarrollaron desde la década del 50 dentro del campo de la sociología de la educación. Destacándose muy especialmente los abordajes críticos de la nueva sociología de la educación de los 70. Es el caso del concepto de capital cultural en las investigaciones de Bourdieu. Marco conceptual que ofrece al análisis una serie de consecuencias importantes a la hora de pensar los distintos niveles de apropiación de los contenidos escolares y que constituye la columna vertebral de este trabajo. Las relaciones entre la familia y la escuela son parte de un escenario entre conflictivo y solidario, difícil de desentrañar, en especial si se intenta revisar ciertas conceptualizaciones sociológico críticas, buscando respuestas a la forma en que se tejen las diferentes prácticas dentro y entre ellas.
Hablar de familia es hacer referencia implícita y especial a la mujer, a las formas de su inserción social y de su situación como sujeto, dentro no sólo del espacio familiar, sino también del espacio social en su conjunto: mercado laboral, escuela y funciones reproductivas.
Este estudio explora significados, relaciones y prácticas dentro y entre las escuelas y las familias, analizando aspectos objetivos y subjetivos de los sistemas de clasificación social y que se manifiestan a través de tendencias normalizadoras y disciplinadoras, socialmente contextualizadas. Se aproxima a las relaciones de poder que existen y se materializan en determinadas prácticas y relaciones que aparecen en las representaciones de los actores. VER TEXTO COMPLETO
Aspectos teóricos y contextuales de la díada escuela-familia
1. Referencias a los principales abordajes
2. Aspectos teóricos generales
3. Reproducción social, educación y socialización
4. Notas sobre la familia en las perspectivas antropológica y sociológica
5. Familias y mujeres en el contexto neoliberal
6. La escuela y la crisis neoliberal
Estudio de casos: escuelas y familias
1. Escuelas y reforma: características institucionales
2. Hábitus y escuelas
3. Significados, prácticas y relaciones entre escuela y familia: los discursos profesorales
4. Cambios sociales y conflictividad social
5. Disciplinamiento y moralización
En los últimos tiempos, y cada vez con mayor frecuencia, la familia ha sido revalorizada respecto de su función pedagógica, sea como déficit o como aporte al proceso de enseñanza-aprendizaje escolar. Esto es, se ha hecho evidente la importancia creciente que se le atribuye a la presencia familiar en el desarrollo de los procesos educativos. Importancia que radica, en muchos casos, en los aspectos vinculares-relacionales (como factor de estímulo para el desarrollo de los aprendizajes, o bien en relación con la participación dentro de la escuela, etc). La familia aparece, en definitiva, relacionada fuertemente con las trayectorias escolares, con la dinámica de la escolarización misma.
Esta díada, que podemos llamar pedagógica, estaba ya presente en forma explicita o implícita en los estudios e investigaciones que se desarrollaron desde la década del 50 en adelante, en EE.UU. y Europa, dentro del campo de la sociología de la educación. Entre ellos hay que mencionar también, y especialmente, los abordajes críticos de la nueva sociología de la educación de los 70. Es el caso del concepto de capital cultural en las investigaciones de Bourdieu: las disposiciones y esquemas de acción y pensamiento que portan las familias, según su clase social, constituyen un hábitus, es decir, suponen la incorporación de un capital cultural de parte del niño mediante la socialización primera, que constituirá las condiciones primarias de apropiación de sucesivos capitales culturales, como por ejemplo el de la escuela. Marco conceptual que ofrece al análisis una serie de consecuencias importantes a la hora de pensar los distintos niveles de apropiación de los contenidos escolares, y que constituye la columna vertebral de este trabajo.
Actualmente, las relaciones entre la familia y la escuela son parte de un escenario entre conflictivo y solidario, difícil de desentrañar, en especial si se intenta revisar ciertas conceptualizaciones sociológico críticas, buscando respuestas a la forma en que se tejen las diferentes prácticas dentro y entre ellas.
Ciertas propuestas de política educativa, basadas en el concepto de comunidad de aprendizaje,1 recuperan a la familia en una perspectiva puramente pedagógica.
Existen, por otro lado, conceptualizaciones que abordan sociológicamente tanto a la institución familiar como a la educativa, connotando políticamente sus funciones respecto de la reproducción ideológica de la sociedad.
En este aspecto, la familia ha sido mucho menos investigada que la escuela, es decir, ha sido estudiada muy poco o casi nada respecto de su importancia política.2
También se requiere subrayar que hablar de familia es hacer referencia implícita y especial a la mujer, a las formas de su inserción social y de su situación como sujeto, dentro no sólo del espacio familiar, sino también del espacio social en su conjunto: mercado laboral, escuela, funciones reproductivas, etcétera. Ha sido la mujer la que ha revolucionado las estructuras familiares al asumir un papel activo, no sólo dentro del ámbito privado, sino también del público.
Este estudio pretende, pues, explorar significados, relaciones y prácticas dentro y entre las escuelas y las familias, en una perspectiva que se interesa en escudriñar los aspectos objetivos y subjetivos que hacen a los sistemas de clasificación social, y que se manifiestan a través de tendencias normalizadoras y disciplinadoras, socialmente contextualizadas.
Intentamos, así, una aproximación a las cuestiones que expresan las relaciones de poder que existen y se materializan en determinadas prácticas y relaciones, y que aparecen en las representaciones de los actores.
En este sentido, consideramos que los conflictos entre ambas instituciones no sólo son una muestra de las contradicciones que parecen surgir en el ámbito de las dimensiones teóricas del análisis, sino que también ponen a descubierto prácticas sociales no homogéneas, así como las posibilidades de intercambio y de modificaciones de aquellas, difíciles ciertamente, pero quizá no imposibles.
Finalmente, diremos que este libro es producto de un subproyecto de investigación correspondiente al Proyecto Ubacyt "Sujetos sociales y la construcción del espacio público en educación", dirigido por Flora Hillert, indagación desarrollada entre 2001 y 2003.
Dicho sub-proyecto fue dirigido por mí, y la investigación tuvo como objetivo general la exploración de las relaciones escuela-familia, por medio de la concreción de un estudio empírico de dos casos, en la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa, contexto urbano de mediano tamaño (64.000 habitantes).
El estudio se realizó en dos escuelas que, por su ubicación geográfica, reciben poblaciones estudiantiles de origen socio-económico diferente (clase media y clase baja-media / baja), focalizando en los aspectos relacionales entre ambas instituciones.
Se analizaron las significaciones y prácticas de las que dan testimonio los actores a través de entrevistas realizadas a docentes y equipos de conducción de las dos escuelas, así como de las encuestas a los padres de alumnos del noveno año del tercer nivel de la educación básica.
Desde la perspectiva metodológica, nos propusimos realizar un trabajo de triangulación entre datos cualitativos y cuantitativos, relevando los discursos de docentes, directivos, alumnos y padres, aplicando diversas técnicas de recolección de datos, como entrevistas, encuestas y entrevistas grupales.
El material empírico relevado, procesado, analizado e interpretado, consta de 18 entrevistas a docentes del tercer nivel de la educación general básica, y 82 encuestas autoadministradas a los padres de los alumnos, así como dos entrevistas grupales (a cada una de los equipos de conducción de dichas escuelas).
Para el procesamiento de la información se han utilizado softwares de procesamiento de datos estructurados (SPSS) y no estructurados (QNudist).
El libro está organizado en dos partes. Mientras que la primera de ellas desarrolla los aspectos teóricos, la segunda parte está destinada a exponer los resultados empíricos obtenidos, su interpretación y conclusiones. Como corolario, hemos incorporado también un Anexo Metodológico.
Esta estructura permite al lector centrarse en los aspectos que más le interesen: elementos teóricos para pensar lo que podemos llamar, de manera muy general, las relaciones entre organismos de la sociedad civil, públicos y/o privados, a partir de la díada escuela-familia; comparar elementos empíricos concretos donde se ponen de manifiesto algunas problemáticas planteadas por los mismos actores; o bien abocarse a revisar algunas cuestiones metodológicas.
Finalmente, es de destacar que ha colaborado, también, en diversas etapas del trabajo de recolección y procesamiento de la información, un equipo de investigadores de la carrera de Ciencias de la Educación de la Facultad de Ciencias Humanas, de la Universidad Nacional de La Pampa, sede Gral. Pico (en el marco de la cátedra Metodología de la Investigación Educativa I y II, a mi cargo), a quienes agradezco sus aportes.