Antes de comenzar
A los compañeros de sueños; a quienes creen que
querer es poder; a los que, aún sin poder, quieren;
a quienes simplemente quieren y buscan siempre.

Tiene en sus manos un libro que, lejos de pretender exponer y defender una mirada sobre el juego, se propone servir a los docentes como material de consulta sobre las conexiones vigentes entre el juego y la educación física, algunas de ellas profundamente arraigadas en las decisiones docentes del área, otras que desestabilizan verdades construidas para dar paso a perspectivas emergentes.
Le propongo un desafío: ¿se anima a descubrir con qué apartado del libro se identifica usted de acuerdo a lo que piensa, planifica y hace en sus clases cuando propone juego? Lo invito a descubrirse pensando en sus clases: ¿qué les propongo a mis alumnos cuando les digo “hoy jugamos”?, ¿qué enseño cuando sugiero juegos?, ¿qué aprenden mis alumnos de aquello que les propongo como un juego?; lo que aprenden, ¿es un saber específico de la educación física?, ¿jugarán en mi clase?, ¿estará bien que jueguen en la hora de educación física?, ¿qué hago yo, como profesor, mientras juegan?, ¿los ayudará mi intervención o los complicará?, ¿cómo lleno mi planificación de esa clase?, ¿cómo la registro en mi parte diario?, ¿qué lugar ocupa el juego en mis clases de educación física?
Los principales aportes de estas páginas pueden resumirse en:
1. Identificación del juego motor con otros, como el que interesa a la educación física.
2. Reconocimiento del lugar del juego y del jugar en las planificaciones docentes de la materia.
3. Identificación de dos decisiones que habitualmente toman los docentes: “proponer jugar y corregir”, habilitando la proposición de “juegos no juego”, ampliamente utilizada y fundamentada en educación física, y “proponer juegos y vigilar”, anidando la propuesta de “juegos para divertirse”, que necesita ser justificada desde la recreación.
4. Develar interrogantes que alimentan nuevas investigaciones sobre el juego y el jugar en educación física.
Este texto se inspira en una investigación presentada como tesis de maestría, y aunque ha mudado el estilo de escritura, se han recortado fragmentos, desechado un capítulo, y se permutaron citas textuales por relatos próximos a las vivencias docentes, conserva su organización y las ideas centrales. Espero que lo movilice a pensar, probar, cambiar (o no), y aliente discusiones.
Ivana Rivero