Presentación

Este es un libro para docentes inquietos. Para todos aquellos que buscan algo más, que creen que siempre puede haber una forma nueva de pensar la enseñanza.
En mi experiencia como formadora de docentes, pude notar que hay muchos maestros, maestras, profesores y profesoras que manifiestan inseguridad y temor a la hora de abordar las disciplinas científicas.
Sin embargo, nuestra razón de existir son los estudiantes, y la gran tarea a la que nos han encomendado es formar en ciencias a niños y niñas ávidos de conocimiento y curiosos por naturaleza.
La idea de armar este manual surge como consecuencia de mi experiencia en el dictado de una materia sobre la Enseñanza del uso del Laboratorio en un instituto de formación docente. Si bien enseñar ciencias no se reduce a “hacer experimentos”, estos constituyen un recurso de gran valor para que los alumnos se apropien de ciertos contenidos, particularmente, los contenidos procedimentales.
Por ello escribí este libro, con el fin que todos aquellos que sienten el deseo profundo de acercar a sus estudiantes al maravilloso mundo de la ciencia lo hagan con la tranquilidad que puede brindarles un soporte teórico sólido, sencillo y coherente.
¿Cómo utilizar este libro? En la primera parte encontrarán una fundamentación acerca de la importancia de los trabajos prácticos de laboratorio para enseñar ciencias. Además podrán analizar algunos ejemplos de diseños elaborados por docentes con los que he trabajado. También trataré sobre las habilidades que mejor aprenden los chicos y chicas a diversas edades de acuerdo con ciertos criterios establecidos por especialistas en psicología de la educación. Esto nos llevará luego a pensar en los contenidos procedimentales y actitudinales en la enseñanza de las ciencias y su importancia sobre todo en el uso de estrategias de tipo experimental.
En la segunda parte del libro encontrarán varios experimentos. Cabe aquí aclarar que los experimentos que presento pueden incluirse en diferentes diseños experimentales que cada docente elaborará de acuerdo con las variables didácticas que considere pertinentes A modo de ejemplo, muestro cómo se utilizó uno de los experimentos que integran el libro en un diseño particular. El ejemplo sugiere que cada docente, una vez que haya seleccionado el contenido a enseñar, podrá decidir qué experimento utilizar y crear su propio diseño, formulando el problema, la situación de planificación, la formación de grupos, etcétera. Deberán pensar cómo obtendrán los datos, cómo los analizarán, como establecerán resultados y, lo más importante: cómo lo comunicarán. La participación de los estudiantes en todas las etapas es fundamental. Les recomiendo que nos los dejen afuera de este diseño… ¡Seguramente a los niños y niñas se les ocurrirán opciones geniales!
La tercera parte del libro consta de dos anexos y un glosario. El primer anexo, escrito en colaboración con la profesora Mirta Gutiérrez (jefa de Laboratorio de Ciencias Naturales, IPES Florentino Ameghino, Ushuaia), brinda orientaciones para organizar el laboratorio escolar de ciencias naturales. El segundo anexo está dedicado a los materiales del laboratorio. En el glosario se sintetiza el significado de algunos conceptos clave desarrollados a lo largo del libro.
Más allá de que los lectores tomen en mayor o menor medida las sugerencias que aquí presento, insisto en la necesidad de que los educadores no perdamos de vista el siguiente principio:
Podemos utilizar la metodología y las estrategias que más se adecuen al grupo de niños y niñas con el que trabajamos, pero, siempre, debemos ser conscientes de qué vamos a hacer, para qué y cómo lo vamos a hacer.
La frase no es el resultado de arduas investigaciones, ni la cita de una mente erudita. Simplemente es una pequeña sugerencia que se basa en 26 años de experiencia de enseñar ciencias naturales en los más diversos contextos de la Argentina.
N. F.