Esto no es un manual El texto que presentamos no es un manual, si por tal se entiende un instrumento que el docente o el alumno toman como referencia cerrada, como secuencia rígida que hay que transitar, donde todo está resuelto y libera al lector de la responsabilidad de tomar decisiones. No es un manual si se cree que ahí está lo que hay que enseñar y ahí se condensa todo lo que hay que aprender. Por el contrario, los materiales y actividades que se incluyen aspiran a estimular la creatividad de los lectores, a motivarlos para que transiten sus propios caminos, para que construyan sus propios cursos, que seguramente serán diversos cada vez. Cada texto, cada sugerencia, están destinados a multiplicar sus sentidos en función del “horizonte de experiencia” del interlocutor del mensaje. Son escritos, pero invitan a ser integrados con imágenes, sonidos, gestos, en el contexto fermental del aula. Nuestros escritos por sí solos no pueden ser legitimados. Necesitan interlocutores activos. Necesitan ser leídos, discutidos, para que generen otros discursos legítimos que dialoguen entre sí. ¿Cómo usar este libro? Este libro puede ser utilizado de diversas maneras según distintos intereses. Básicamente, está pensado para servir de apoyo a los docentes para plantear los problemas relativos a la diversidad cultural en aulas de enseñanza media. De ahí que pueda ser leído como un guión para la escena del aula: sugerencia de diseño de cursos o de unidades docentes, problematizadores, en discusión pública, dialogalmente argumentativos. Pero este modelo de trabajo de aula no difiere sustancialmente en su estructura del de la indagación científica ni del de la discusión pública sobre problemas que afectan radicalmente a la humanidad actual. De modo que también puede ser leído como un camino para irse internando, personal o grupalmente, en el estudio de estas cuestiones, cada vez en mayor profundidad. Y puede ser leído como un esbozo de planteo de cuestiones para la discusión pública. Tanto en sus aspectos didácticos como en su conceptuación filosófica, tanto en sus aspectos teóricos como en los prácticos, el desarrollo del libro está sostenido sobre el hilo de tesis que sus autores problematizan y comparten. De modo que no debería manejarse este libro acríticamente, simplemente dejándose llevar por él, ni en la lectura ni en su uso en el aula u otros espacios públicos. Los métodos de puesta en duda y problematización que sustentamos los autores son también instrumentos para someter a crítica nuestras opiniones. ¿Cómo está organizado? En este libro se articulan dos criterios básicos de estructuración. El primero de ellos tiene que ver con un modo sistemático de presentar el trabajo sobre problemas, que permite organizar la consideración de las cuestiones consideradas en varias partes o capítulos, según un criterio que sigue un curso de investigación en profundidad. Así, este libro se divide en varios ejes problemáticos que suelen incluir el planteo del problema, la sensibilización sobre él, la problematización que se va abriendo a medida que la búsqueda avanza y va abarcando otros aspectos a considerar, que a su vez se van haciendo necesarios para encarar lo planteado y la profundización que abre el camino a nuevos problemas, búsquedas y discusiones. El segundo criterio nombra diversos elementos a los que se va acudiendo en el curso del tratamiento de los problemas, que son instrumentos para la labor de enseñanza, investigación y discusión públicas (es decir, recursos docentes). Entre ellos se destacan: • Orientaciones para la reflexión. Dirigidas al alumno o al lector interesado, para impulsar u orientar posibles rumbos de investigación. • Planes de discusión. Plantean posibles líneas para debatir los problemas. • Sugerencias. Dirigidas a docentes, coordinadores o impulsores de las tareas, que proponen posibles vías de trabajo con alumnos. • Actividades, anécdotas, ejemplos, recuadros. Amplían los temas tratados y los vinculan con otras cuestiones, presentando vías divergentes o convergentes, problematizadoras o explicativas, a modo de “hipertextos”. • Taller. Como modo de articular diversas actividades, se presenta un taller en el Capítulo 5, que se incluye en el momento en que ya se han trabajado suficientes elementos como para que el problema encarado en él pueda desarrollarse convenientemente. Sin embargo, ofrece consideraciones didácticas que pueden ser tomadas en cuenta en cualquier otro momento y tema. Este libro está estructurado sobre textos. Es sobre ellos que (en general, aunque no exclusivamente) se emplean los diversos instrumentos. Los textos constituyen también el elemento constante que da cuerpo a los ejes problemáticos en todos sus niveles. Son de diversa extensión y características, y están numerados correlativamente. En general, van acompañados de indicaciones, guías, sugerencias, etc., pero no en todos los casos. Este libro está estructurado sobre textos, pero está centrado en problemas. Por eso, la organización del trabajo que propone y muchas de sus sugerencias concretas serán útiles para otros modos de trabajar centrados en problemas, por ejemplo, a partir de casos o situaciones (reales o ficticias), etcétera. Las imágenes que se incluyen tienen el sentido de sensibilizar, profundizar, ampliar o abrir la problematización que se presenta en el texto. Pero también pueden servir de punto de partida para otro tipo de actividades en torno a estos u otros problemas y a ponerlos en correlación. Este modo complejo de estructurar la obra permite, por un lado, ir avanzando paulatinamente –pero no de manera lineal– en la consideración de la problemática, de modo que el lector pueda interrogarla, profundizarla, reflexionar sobre ella y discutirla. Por otro lado, en el mismo proceso, se va poniendo a disposición de los docentes y coordinadores de debates muy variados instrumentos de trabajo, de distinta dificultad y grado de complejidad, combinables entre sí de modo diverso (como se hace a modo de ejemplo en el “taller”), perfectibles, que exigen ser complementados por otros. Por un lado, con eso invitamos a utilizar libremente los diversos instrumentos presentados y otros, así como a vincular los elementos conceptuales trabajados en esta obra con otras discusiones del mundo de hoy. Por otro lado, reducimos conscientemente nuestra intervención personal sobre los problemas en consideración para incentivar la libertad crítica del lector. Sin embargo, no podemos sino cerrar esta presentación previniendo contra nosotros mismos: ninguna selección de textos es inocente; toda obra exige el constante trabajo crítico del lector. Y, al docente y al coordinador de debates, les exige, además, proponer esa tarea con respecto a sus propias propuestas, a sus lectores, alumnos o participantes de discusiones.