Qué representa educar en el domicilio
¿Cómo
ingresa, por ejemplo, el jardín en la vida de un niño de cuatro o cinco
años que por diversas circunstancias se encuentra imposibilitado de
concurrir -o que nunca concurrió- a una sala?
Cuando
se menciona la modalidad "Educación Domiciliaria y Hospitalaria" surgen
diversos interrogantes desde el colectivo imaginario: ¿de qué se trata?
¿Es terapia o escuela? ¿Los docentes se trasladan a los domicilios? ¿De
quién depende formalmente? ¿A qué población va dirigida esta modalidad?
Estas y otras inquietudes surgen de la comunidad educativa en general.
En este texto se analizan las tareas pedagógicas y los desafíos propios
de esta área en la Ciudad de Buenos Aires.
Esta modalidad constituye una estrategia que garantiza la trayectoria escolar de todo sujeto que atraviesa una situación de enfermedad que no le permite completar su escolaridad en los niveles obligatorios. Es una modalidad prevista en la Ley 26.206 para los niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria. El objetivo es garantizar la igualdad de oportunidades, al permitir la continuidad de los estudios y resguardar las trayectorias escolares. En tanto "modalidad", implica que es transversal a los niveles. Es una opción organizativa, que adquiere diversos formatos de acuerdo con las realidades locales. Las instituciones, los alumnos y los docentes de la modalidad EDyH pertenecen al sistema a pesar de que los encuentros pedagógicos tienen lugar en contextos poco habituales, como centros de salud o los propios hogares de los alumnos. También se establece que sus actividades forman parte de los niveles obligatorios del sistema educativo.
Y aquí surge un interrogante: ¿cómo ingresa, por ejemplo, el jardín en la vida de un niño de cuatro o cinco años que por diversas circunstancias se encuentra imposibilitado de concurrir -o que nunca concurrió- a una sala? Estas situaciones desafían el desempeño de la profesión, el compromiso de la tarea y los vínculos que se crean con las familias, los alumnos, los profesionales de la salud y las instituciones atravesadas por la patología del alumno/paciente. Cuando se asigna un alumno se informa un nombre, un diagnóstico, una dirección y varios teléfonos de contacto; un breve recorte de la realidad del niño. Recién al tomar contacto personalmente con la familia, el niño y su situación, es posible imaginar por dónde avanzar con las líneas de acción educativa.
Muchos colegas preguntan: ¿qué clase diste el
primer día? Sin embargo, el primer contacto con la dinámica familiar
solo permitirá inicialmente construir una idea general del ámbito del
alumno y, a partir de una mirada integral, se pensarán las estrategias
de acción que favorecerán y optimizarán los siguientes encuentros.
Este artículo lo encontrás en la producción especial de la Revista Novedades Educativas de Diciembre 2016/Enero 2017
¿Cuál es el desafío profesional de la Educación Domiciliaria Hospitalaria?
Es sumamente personal en función de los objetivos de cada docente
teniendo en cuenta que, no solo se ingresa físicamente al domicilio
acordado (un hotel, una pensión, una biblioteca, un refugio o un
hospital), sino que también se pone en juego la subjetividad de cada
maestro en contacto con las necesidades de cada niño. Se debe tener
presente que el abordaje pedagógico estará conformado y adecuado a las
posibilidades físicas y cognitivas del alumno a partir de una
evaluación profesional. Muchas veces la planificación que dará
postergada por un abrazo o sencillas palabras que acompañarán la labor
docente. Nuestros niños no suelen sostener en el tiempo una estabilidad
emocional y muchas veces tampoco física, por lo que el desafío fundante
consiste en potenciar la creatividad docente para incluir la propuesta
educativa desde un enfoque que se resignifica clase a clase. Muchas
veces la inclusión del cuerpo invita a una tarea expresiva, con un
factor lúdico, que atrae a través del movimiento, abriendo la puerta
para poner en juego la imaginación del alumno. De este modo el aspecto
lúdico se presenta favoreciendo la salud y la recomposición subjetiva.
La duración de los contenidos, las intervenciones, las particularidades
de la relación que se establecerá con el niño, el vínculo que se
mantendrá con la familia, estarán atravesados por los cambios y
continuidades, las mejorías y las recaídas, los tratamientos e
intervenciones médicas por los que deba atravesar el alumno.
Otra cuestión que hace a la tarea pedagógica es pensar en recrear un aula en el espacio que se asigne para las clases. Constituir escuela en un contexto que poco o nada tiene de parecido a la escuela tradicional y en esta situación constituirse como docente en cada domicilio. Cada docente se asume como una pequeña escuela rodante. Se traslada en representación de la escuela con su guardapolvo. Y un sinfín de materiales, recursos y objetos para armar y dar formato a la tarea. La resignificación de los espacios significa construir sin destruir, cambiar sin invadir, estableciendo pautas para consensuar respetando las individualidades sin alejarse del objetivo pedagógico.
Diariamente surgen cambios y alteraciones en las dinámicas familiares que modifican el espacio educativo determinando que la comunicación con las familias sea fundamental, tanto para informarnos como para coordinar acciones. Las comunicaciones telefónicas personalizadas son fundamentales en esta labor, y de mucha utilidad para las familias.
Las relaciones
se van construyendo y cada sujeto toma su rol correspondiente. Con el
paso del tiempo, docentes, alumnos y familia construyen un conocimiento
mutuo y se involucran en una escuela que ingresa al domicilio
conservando su función pedagógica.
Fuente:
Extraído de la revista
Novedades Educativas 312-313
Autora:
Vanina Coca
Foto:
Enviada por la autora.