Iniciá sesión para comprar más rápido y ver todos tus pedidos.
Buscar
¿Cómo plantear el trabajo con los bebés para orientarlos hacia un desarrollo saludable dentro de una institución?
¿Cómo conocer más profundamente las necesidades de los pequeños y responder en consecuencia?
En el camino de estas búsquedas se abordan los aspectos del desarrollo emocional de los bebés y niños pequeños que están relacionados directamente con problemáticas cotidianas de los maestros.
En los diferentes capítulos se proponen criterios para comprender y trabajar sobre la separación temprana; se dirige una mirada profunda sobre la construcción de los ritmos básicos: comer, dormir y estar limpios, y se reflexiona alrededor de los límites desde edades tempranas. También se desarrollan ideas sobre el juego y sobre el valor de la espontaneidad para el desarrollo.
Capítulo 1
En el jardín maternal: la primera necesidad del niño es ser sostenido
Capítulo 2
La organización de los ritmos básicos. Comer, dormir y estar limpios
Capítulo 3
El juego en los bebés y los niños muy pequeños. Reflexiones, vivencias y emociones escalonadas
Capítulo 4
La espontaneidad, la iniciativa y la autonomía en los niños pequeños
Capítulo 5
Los límites se construyen desde el inicio
Anexo
Alimentando la frontera indómita
En estos diez años como capacitadora de docentes de Jardín Maternal, fui fortaleciendo una postura: sólo podía colaborar a orientar a los bebés hacia un desarrollo saludable dentro de una institución, si les ofrecía a los docentes la oportunidad de verse como una parte esencial en el vínculo con los niños y sus familias. Este planteo de la tarea implica un proceso muchas veces novedoso, otras veces inquietante y, otras, desafiante, pero siempre enriquecedor, ya que permite conocer más profundamente las necesidades de los pequeños, y responder en consecuencia.
Es por esto que en este libro propongo abordar algunos aspectos del desarrollo emocional de los bebés y niños pequeños, que están relacionados directamente con problemáticas cotidianas de los maestros, a mi entender, poco enunciadas en la bibliografía tradicional y, sin embargo, centrales en la tarea.
La elaboración de criterios para comprender y trabajar sobre la separación temprana es un punto clave para el logro de una buena estadía fuera de casa; este capítulo propone mirar el entorno, el contexto, el ambiente con una lupa, y ubica a los actores, por más pequeños que sean, en un lugar subjetivo diferente, mirando los mismos escenarios de otra manera.
En un extenso capítulo, abordaremos la construcción de los ritmos básicos, comer, dormir y estar limpios, ya que esta temática es como la música de fondo de cualquier sala de maternal; preguntarnos acerca del valor de esas tareas, otrora desvalorizadas, nos muestra, con una lente de aumento, pequeñas cuestiones que hacen que esos momentos puedan inscribirse como una experiencia subjetiva única e irrepetible.
Otro tema complejo, que desvela a muchos adultos y convoca al encuentro o desencuentro de maestros y familias, es el de los límites, por tanto hemos desarrollado algunas ideas para pensarlos desde tan temprana edad.
El juego y la espontaneidad van de la mano, aunque aquí los verán en dos capítulos separados. ¿Cuándo podemos decir que los bebés están jugando?, ¿qué valor tiene la espontaneidad para el desarrollo de la personalidad?
La iniciativa -y otros dos conceptos como la capacidad de experienciar y para el asombro, que cabalgan sobre el basamento teórico de la espontaneidad y su comprensión más profunda- permitirá repensar el lugar del adulto y su mirada hacia las competencias de un niño pequeño.
Hasta aquí llegamos en estas reflexiones para compartir, o desde aquí partimos para seguir pensando una educación temprana de calidad, por eso quiero acompañarlos, desde el arranque, con una frase fuerte de Jorge Larrosa que condensa la complejidad de este momento, este mundo en el que vivimos, y sobre el cual tenemos una obligación ética como educadores.
Y la educación tiene que ver siempre con una vida que está más allá de nuestra propia vida, con un tiempo que está más allá de nuestro propio tiempo, con un mundo que está más allá de nuestro propio mundo y como no nos gusta esta vida, ni este tiempo, ni este mundo, querríamos que los nuevos, los que vienen a la vida, al tiempo y al mundo, los que reciben de nosotros la vida, el tiempo y el mundo, los que vivirán una vida que no será la nuestra y en un tiempo que no será el nuestro y en un mundo que no será el nuestro, pero una vida, un tiempo y un mundo que, de alguna manera, nosotros les damos , querríamos que los nuevos pudiesen vivir una vida digna, un tiempo digno, un mundo en el que no dé vergüenza vivir.1
Nota
1. Larrosa, Jorge, La experiencia y sus lenguajes. Conferencia dictada en Serie Encuentros y Seminarios, Barcelona, Departamento de Teoría e Historia de la Educación, Universidad de Barcelona, 2003. Disponible en la Web: http://www.me.gov.ar/curriform/publica/oei20031128/ponencia_larrosa.pdf
Lidia Susana Maquieira
Licenciada en psicología, UBA. Postgrado en Clínica de Primera infancia.
Psicoterapeuta. Capacitadora de CePA del GCBA y otras instituciones. Docente Universitaria UBA. Vicepresidente del Comité Argentino OMEP.