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¿Qué es lo que Ari descubre? Ari es un personaje curioso y reflexivo, fascinado por el funcionamiento del lenguaje y el pensamiento, lo que lo lleva a descubrir algunas de las reglas de la lógica aristotélica, tal como su nombre lo indica.
Ari se embarca con su grupo de compañeros y sus docentes en una investigación colectiva acerca de estas cuestiones y en la aplicación de estas reglas a diferentes situaciones que se les presentan en su vida cotidiana.
Así, en las discusiones que sostiene este grupo de amigos se entrelaza el problema de los fines de la educación y la escuela con el razonamiento inductivo; o la situación que plantea al grupo el hecho de que un compañero no pueda ponerse de pie al izar la bandera por sus creencias religiosas con el análisis de las falacias informales.
A lo largo de Ari desfilan personajes que ilustran distintos modos de pensamiento y de abordaje de la indagación: Ari el reflexivo, Lisa la intuitiva, Marcos el crítico, María la ingenua, así como distintos tipos de conflictos dentro y fuera de la escuela.
El descubrimiento de Ari Stóteles es la primera novela de Matthew Lipman, aquélla que da comienzo a la tentativa de este filósofo norteamericano de llevar de manera sistemática la filosofía a la escuela. Harry Stotlemeiers Discovery, su título original, fue publicada por primera vez en 1969 y, desde entonces, reeditada, traducida y adaptada a más de veinte idiomas en diferentes lugares del mundo.
El programa Filosofía para Niños se conforma de ocho novelas concebidas por edades y áreas de la filosofía. El descubrimiento de Ari Stóteles está destinada a chicos de 11 y 12 años y presenta un acercamiento intuitivo a diversos temas relacionados con la lógica formal e informal, así como un recorrido por diferentes problemas filosóficos vinculados con el conocimiento, la mente, la ética, la estética, la educación, entre otros.
A El descubrimiento de Ari Stóteles le siguen Lisa, Suki, Marcos, que aplican los conocimientos de lógica trabajados en Ari a la ética, la estética y la filosofía política, respectivamente. Anteceden a Ari las siguientes novelas preparatorias: Hospital de muñecos, que trabaja conceptos introductorios y preparatorios en salas de 3 y 4 años; Elfi, en la que se discuten los conceptos de diferencias y semejanzas y se introduce el pensamiento analógico, destinada a chicos de preescolar y primer año; Kío y Agus, que trata temas de filosofía de la naturaleza y apunta a los chicos de segundo y tercer año y Pixi, que aborda cuestiones ligadas con la filosofía del lenguaje y la teoría del conocimiento, para trabajar en cuarto y quinto año.
El descubrimiento de Ari Stóteles fue publicado por primera vez en la Argentina en 1993 por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En la versión que presentamos ahora hemos tenido en cuenta la experiencia de trabajo de varios años con la novela de Lipman en la adaptación de algunos giros idiomáticos, así como de situaciones tal vez algo lejanas a la experiencia de los chicos de nuestro país.
¿Qué es lo que Ari descubre? Ari es un personaje curioso y reflexivo, fascinado por el funcionamiento del lenguaje y el pensamiento, lo que lo lleva a descubrir algunas de las reglas de la lógica aristotélica, tal como su nombre lo indica. Ari se embarca con su grupo de compañeros y sus docentes en una investigación colectiva acerca de estas cuestiones y en la aplicación de estas reglas a diferentes situaciones que se les presentan en su vida cotidiana. Así, en las discusiones que sostiene este grupo de amigos se entrelaza el problema de los fines de la educación y la escuela con el razonamiento inductivo; o la situación que plantea al grupo el hecho de que un compañero no pueda ponerse de pie al izar la bandera por sus creencias religiosas con el análisis de las falacias informales.
A lo largo de Ari desfilan personajes que ilustran distintos modos de pensamiento y de abordaje de la indagación: Ari el reflexivo, Lisa la intuitiva, Marcos el crítico, María la ingenua, así como distintos tipos de conflictos dentro y fuera de la escuela.
Hace algunos años, cuando presentamos una versión previa de esta traducción de El descubrimiento de Ari Stóteles con G. Arbonés,1 escribíamos que en el programa de Lipman se trataba de convertir a las aulas en verdaderas comunidades de indagación filosófica, lugares donde se piense crítica y creativamente sobre la realidad individual y social, donde se hagan juicios lúcidos sobre cuestiones como la verdad, el bien la belleza o la justicia, donde cada uno de sus participantes sea autónomo y donde se respeten valores como el cuidado por el otro, la empatía, el pluralismo, el respeto por lo diferente, la solidaridad, la tolerancia. Advertíamos que cada novela está acompañada de un voluminoso manual de apoyo al docente, con las ideas principales delineadas en cada uno de los capítulos de las novelas, así como también con planes de discusión, ejercicios y juegos para explotar las posibilidades del diálogo filosófico en el aula. Decíamos que la consulta de estos manuales era imprescindible para quienes trabajaran con las novelas y desalentábamos el uso de estas novelas sin una preparación adecuada del docente en la metodología y los objetivos del programa de filosofía para niños. Quienes podían ofrecer esa formación apropiada éramos, claro está, nosotros mismos, a través del Centro Argentino de Filosofía para Niños.
Han pasado algunos años, unas cuantas experiencias con Pixi y los otros materiales de filosofía para niños que nos han hecho pensar de manera algo diferente. Consideramos poco feliz aquella introducción. Por un lado, porque encierra la práctica de la filosofía, volviéndola una tarea para algunos entendidos capaces de iluminar la práctica pedagógica de otros. Ya no creemos que ésa sea una buena forma de actuar en educación. Los propios docentes determinarán el valor de estos textos a partir de su práctica. Por otro lado, porque sacraliza el programa de Lipman como si fuera una receta mágica que convertirá las aulas en lo que no son. Hoy pensamos que esta metáfora casi religiosa tal vez no sea la mejor manera de pensar los fines de una experiencia educativa con la filosofía. En verdad, el programa de Lipman es una forma entre otras posibles de practicar la filosofía con los chicos, ciertamente una propuesta sistemática de mucho valor, pero de forma alguna lleva a su culminación las posibilidades educacionales de la filosofía. Simplemente inicia un camino. Hoy consideramos que el lector juzgará el valor de ese movimiento inicial.
Walter O. Kohan y Vera Waksman
Matthew Lipman
(1922-2010) Filósofo, educador, lógico e investigador sobre pedagogía estadounidense. Fue el iniciador, el teórico y el líder en el desarrollo de la filosofía para niños. Su trabajo tuvo como objetivo promover la enseñanza generalizada de la filosofía y una adaptación del concepto de la capacidad de pensar por sí mismo. Lipman desarrolló una teoría y práctica, inspirada en el trabajo de John Dewey, que se convierte en totalmente innovadora: creación de un pensamiento racional y talleres creativos a través de una discusión filosófica (para niños o adultos).