Es hermoso que los padres lleguen a ser amigos de sus hijos.
Desvaneciéndoles todo temor, pero inspirándoles un gran respeto.
José Ingenieros (1887-1925). Filósofo y educador argentino
Donald Woods Winnicott, célebre psicoanalista, pediatra y educador inglés aportó al conocimiento humano un principio que hoy es universalmente
aceptado; el de madre suficientemente buena, que hoy extendemos hacia el padre. La idea de suficientemente bueno recorre desde la primera a la última página de este libro. Los padres que lean este libro, creo que no podrán dejar de agradecer a sus propios padres, a pesar de las tremendas dificultades que la educación de sus hijos les presentó a lo largo del tiempo.
Sigmund Freud solía decir que la educación era una de las profesiones imposibles para el humano. No porque la tarea no pudiese ser cumplida, sino por el grado de complejidad que ella implica.
Este libro está basado en la teoría psicoanalítica aplicada a la educación y como tal no avanza por conceptos racionalistas, sino por el contrario avanza relacionando cuerpo, mente, lenguaje, imágenes y comportamientos de origen inconsciente en relación a la sociedad y la cultura.
Padres suficientemente buenos significa que son padres que incluyen en la vida la posibilidad de equivocarse, reparar y aprender. No son aquellos padres míticos de la psicología y sociología tradicional que debían ser buenos y perfectos. La verdad es que tales padres nunca existieron, otro tanto puede decirse de los hijos dibujados por cierta educación de tiempos pasados. Cosa diferente es que los hijos anhelen padres perfectos.
Los padres tienen dificultades, las traen del pasado, las colocan en el presente y las transfieren a la generación siguiente. Y es mejor aceptar, en primer lugar, nuestras limitaciones para intentar sobrepasarlas.
Rescatar la imagen, el accionar y la influencia del padre en la mente de los hijos y de la madre, ha sido otro de los propósitos de este libro.