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Este libro aborda la realidad de los jóvenes latinoamericanos que son excluidos del sistema educativo. Los autores convocados por Marcelo Krichesky brindan herramientas para que los actores sociales vinculados con el campo de la educación desnaturalicen la desigualdad social desde una perspectiva política y pedagógica. Además, se incluye el desarrollo de experiencias de inclusión educativa tendientes a recuperar los principios de igualdad y justicia.
América Latina ostenta el triste record de ser la más desigual del planeta y está conformada por países que no están entre las prioridades de los países centrales, esto implica que deberán resolver sus problemáticas con sus propios recursos, encontrar caminos que permitan un desarrollo sostenible y lograr el compromiso responsable de distintos sectores para enfrentar la desigualdad escandalosa. La educación sostenida con recursos públicos atraviesa una crisis prolongada que tiene variadas manifestaciones; la más notoria es la exclusión educativa de niños, adolescentes y jóvenes que no pueden efectivizar el derecho a la educación que garantizan todas las constituciones nacionales. El acceso a la educación es un mecanismo de inclusión social de las personas. Es un derecho, pero también es un medio que habilita para el ejercicio de los derechos. Garantizar el acceso a la educación es una responsabilidad primaria del Estado y de los actores de la sociedad civil comprometidos con los derechos humanos y la mejora de las condiciones de vida de los sectores más postergados de la población. La exclusión educativa tiene formas diversas: desde la imposibilidad de acceder al sistema formal de educación, pasando por el perder su pertenencia, hasta la exclusión inclusiva de los que están aparentemente incluidos en el sistema, pero no aprenden lo básico, necesario y fundamental y que, por lo tanto, sufren una estafa social de proporciones. Los distintos países de la región están impulsando programas que tienen por finalidad lograr que todos los niños y adolescentes -la franja más golpeada por la exclusión educativa- vuelvan a la escuela, permanezcan y aprendan en ella. La Fundación SES, como organización de la sociedad civil comprometida en el trabajo con adolescentes y jóvenes con menores oportunidades sociales, desarrolló, conjuntamente con docentes, educadores populares, dirigentes de organizaciones comunitarias y jóvenes, criterios y experiencias de inclusión educativa no restringidas al proceso de escolarización formal. Estas experiencias se orientan a la conformación de comunidades de aprendizaje que pueden desplegarse en sistemas diferenciados (formal, no formal, medios de comunicación, Internet, etc.), ámbitos múltiples (escuela, familia, club, etc.), contenidos y metodologías de procedencia polivalente, todos ellos sustentando las prácticas en las que los sujetos se ven implicados: diferentes lugares de aprendizaje, también extraescolares, que enriquecen la trayectoria de inclusión de los jóvenes en los espacios formales. Construir contextos educativos de estas características supone promover a los jóvenes como protagonistas de los proyectos y actores críticos de su propia inserción histórica.
(Síntesis de la presentación de Alberto César Croce, Presidente de la Fundación SES)
Presentación
Alberto César CrocePrólogoMarcelo KricheskyPrimera Parte
Capítulo 1
Adolescencias y políticas públicas.
De la invisibilidad a la necesaria centralidadElena Duro
Capítulo 2
Escuelas que hacen inclusiónAna Vitar
Capítulo 3
Currículo e inclusión educativaDaniel Feldman
Capítulo 4
De las resistencias internas para incluir a los adolescentes y jóvenes en el sistema educativoAlberto César Croce
Capítulo 5
Subjetividad y educación.
¿Quiénes son los adolescentes y jóvenes, hoy?Carina Kaplan
Capítulo 6
Inclusión con calidad educativa para todos los jóvenes
Algunos datos para la reflexión y la acciónDana Borzese y Leandro BottinelliSegunda parteExperiencias de inclusión de jóvenes en el sistema educativo.Estrategias, metodologías y actores
América Latina se debate en estos tiempos para definir el modelo de integración al proceso global que caracterice su participación en éste.
La región, que ostenta el triste record de ser la más desigual del planeta, está conformada principalmente por países de renta media altamente endeudados que no están entre las prioridades de los países centrales. Esto implica, en definitiva, que estos países deberán resolver sus problemáticas principalmente con sus propios recursos.
Esto desafía a encontrar caminos que permitan un desarrollo sostenible y un compromiso responsable de los distintos sectores para enfrentar las situaciones de desigualdad escandalosas que postergan a la pobreza a porcentajes elevadísimos de sus poblaciones.
En este contexto, no resulta extraño advertir que la educación, como proceso social sostenido fundamentalmente con recursos públicos, está atravesando una crisis ya demasiado prolongada. Esta crisis tiene variadas manifestaciones; una de las más notorias es la exclusión educativa de niños, adolescentes y jóvenes que no pueden efectivizar el derecho a la educación que garantizan todas las constituciones nacionales. El acceso a la educación es uno de los mecanismos fundamentales de inclusión social de las personas. Es un derecho, pero también es un medio que habilita a las personas para el ejercicio de sus derechos. Por ese motivo, garantizar a todas las personas el acceso a la educación es una responsabilidad primaria del Estado y también de los actores de la sociedad civil comprometidos con los derechos humanos y la mejora de las condiciones de vida de los sectores más postergados de la población.
La exclusión educativa tiene formas también diversas: desde la imposibilidad de acceder al sistema formal de educación, pasando por el perder su pertenencia, hasta la exclusión inclusiva, referida a la situación de los que están aparentemente incluidos en el sistema, pero no aprenden lo básico, necesario y fundamental y que, por lo tanto, sufren una estafa social de proporciones. Los distintos países de la región están impulsando distintos programas que tienen por finalidad lograr que todos los niños y adolescentes -la franja más golpeada por la exclusión educativa- vuelvan a la escuela, permanezcan y aprendan en ella.
Estamos convencidos de que, para todos nuestros países, la exigencia de garantizar el derecho a la educación de nuestra población, especialmente de los niños y adolescentes, es una cuestión imperiosa e impostergable. Nuestros países no tendrán un futuro deseable si no lo logramos en los próximos años.
La Fundación SES, como organización de la sociedad civil comprometida desde hace años en el trabajo con adolescentes y jóvenes con menores oportunidades sociales, fue desarrollando, conjuntamente con docentes, educadores populares, dirigentes de organizaciones comunitarias y jóvenes, una serie de criterios y experiencias de inclusión educativa no restringidas al proceso de escolarización formal. Desde nuestra visión institucional, estas experiencias se orientan a la conformación de comunidades de aprendizaje que pueden desplegarse en sistemas diferenciados (formal, no formal, medios de comunicación, Internet, etc.), ámbitos múltiples (escuela, familia, club, etc.), contenidos y metodologías de procedencia polivalente, todos ellos sustentando las prácticas en las que los sujetos se ven implicados: diferentes lugares de aprendizaje, también extraescolares, que enriquecen la trayectoria de inclusión de los jóvenes en los espacios formales.
Construir contextos educativos de estas características supone promover a los jóvenes como protagonistas de los proyectos y actores críticos de su propia inserción histórica. Pensándolo más integralmente, supone un modelo organizacional cuya gestión democratizadora redunde en beneficio de la acción protagónica de los diferentes actores involucrados en dicho modelo, entre ellos los mismos jóvenes.
Las páginas que siguen se proponen aportar al debate público reflexiones y propuestas que permitan impulsar procesos de inclusión educativa.
Quisiéramos que las opiniones de los distintos autores, que representan diferentes y complementarias perspectivas, sean de utilidad no sólo a los que diseñan estos programas, sino también a los que los implementan, los enriquecen con sus prácticas y los fortalecen con sus propios conocimientos y compromisos.
La Fundación SES agradece a UNICEF Argentina y especialmente a Elena Duro, su oficial de programa en la Argentina e interlocutora en proyectos e iniciativas que se promueven desde la Fundación SES junto con el sector público. Al mismo tiempo, agradece a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación y la Cultura (OEI) por su constante apoyo y aliento para trabajar por la inclusión de los adolescentes y jóvenes con menos oportunidades y, en particular, para la producción de este libro. Destaco los aportes de Ana Vitar y el acompañamiento sostenido de Darío Pulfer -director adjunto de la Oficina Regional Buenos Aires- en iniciativas que la Fundación SES desarrolla en la Argentina y en los países del MERCOSUR para impulsar estrategias que articulen iniciativas de gobiernos y de la sociedad civil para mejorar la equidad en los sistemas educativos regionales.
Finalmente, deseo reconocer el trabajo de Marcelo Krichesky, secretario del ámbito que coordina los programas educativos de la Fundación SES -compilador y alentador constante de esta publicación- y a todos los que colaboraron para que ella pueda llegar hasta sus lectores.
Prof. Alberto César Croce
Presidente
Fundación SES
Marcelo Krichesky
Magíster en Ciencias Sociales con mención en Educación (FLACSO). Doctorando en Educación. Investigador en el Ministerio de Educación (GCBA). Profesor e investigador en la Universidad Pedagógica (UNIPE) y en la Escuela de Humanidades (UNSAM).
Elena Duro
Profesora en Ciencias de la Educación. Oficial de Educación de Unicef en la Oficina de Argentina.
Ana Vitar
Especialista en temas de política educativa y gestión escolar. Coordinadora de programas en la Sede Regional Buenos Aires de la Organización de Estados Iberoaméricanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Daniel Feldman
Maestro Normal Nacional y Licenciado en Ciencias de la Educación (UBA). Ejerció la docencia en escuelas primarias durante diez años, así como en Institutos de Formación Docente. Es profesor en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA e investigador en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de la misma facultad. Sus áreas de especialidad son Currículum y Didáctica. Coordinó proyectos curriculares para los niveles básico y medio de enseñanza en la Ciudad de Buenos Aires y asesoró a universidades en proyectos relacionados con modificaciones de planes de estudio y evaluación de ofertas de formación.
Alberto Croce
Fundador y Presidente de la Fundación SES (Argentina). Educador popular y maestro. Integrante de la Red de Asociados de la Fundación AVINA.
Carina Kaplan
Doctora en Educación por la Universidad de Buenos Aires. Magíster en Ciencias Sociales y Educación por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Licenciada y profesora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Buenos Aires. Es profesora de Sociología de la Educación en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de la Plata. Es investigadora y directora de proyectos en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Autora y coordinadora de numerosas publicaciones.
Dana Borzese
Licenciada en Sociología con especialización en Educación (UBA). Coordinadora del Área de Evaluación y Sistematización de la Fundación SES.
Leandro Bottinelli
Licenciado en Sociología. Colabora en el Área de Evaluación y Sistematización de la Fundación SES.
Título: Adolescentes e inclusión educativa
Subtítulo: Un derecho en cuestión
Autor/es:
Marcelo Krichesky
- Elena Duro
- Ana Vitar
- Daniel Feldman
- Alberto Croce
- Carina Kaplan
- Dana Borzese
- Leandro Bottinelli