La cuestión de la escolarización La escuela es un invento reciente, tan reciente que cuenta apenas con algo más de dos siglos. Ello significa, en términos esquemáticos, que las prácticas de enseñanza dispersas en la sociedad hasta el siglo XVIII van reagrupándose y organizándose en un ámbito institucional que conocemos hoy como escuela y que en la actualidad se expresan por medio de la organización de los sistemas educativos modernos. Ese proceso de institucionalización de la educación centró su mirada inicialmente en la infancia y progresivamente se riega por todo el tejido social cubriendo al conjunto de la población. Es posible observar una revalorización de la función de la educación en torno a nuevos polos de atracción, nuevas finalidades sociales que merecen una disposición especial, y de las que se derivan diversas estrategias. De una parte, la imagen de la infancia y su situación han cambiado, a favor de su conceptualización como cuerpo heterónomo, educable y dependiente de la protección y las directrices de los adultos. Pero también, y concomitantemente, se inicia la transformación de formas de dirección y gobierno de la población con vistas a incorporarlos a igualmente nuevas modalidades de la vida social y la utilidad pública.