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Este libro, dirigido principalmente a docentes de nivel inicial, bibliotecarios y personas cuya labor gira en torno a la literatura y los niños, fortalece el rol de mediador en la animación a la lectura. La obra puede transformarse en un gran disparador para que los adultos mediadores inventen sus propias actividades, lleven a la sala aquellas que les hayan gustado, prueben las modificaciones que los identifiquen y construyan su propio rol de mediación seleccionando material acorde con cada sala, con cada niño, con cada situación.
Los niños y las niñas de cero a cinco años son considerados en este libro como lectores expertos, ya que no es necesario conocer el código escrito para leer. Desde que nacen, aprenden a leer situaciones, gestos, imágenes y, de esa manera, construyen el mundo a partir de la propia interpretación y de la lectura que hacen sus padres o allegados acerca de lo que acontece. Así, quienes rodean al niño se convierten en mediadores de lo que cada uno considera como realidad. Quienes opinan que acercar la literatura a niños y niñas constituye una tarea comprometida y respetuosa, podrán aprovechar posibilidades concretas que permitirán vincular diversas obras literarias con juegos y actividades de invención y de exploración.
Promover la lectura en nivel inicial, María Julieta Sánchez
La lectura
El lector y el texto
Un espacio propicio
La selección
Nuestras propuestas de animación a la lectura. Concretando
Reseñas críticas, Cecilia Alaniz
Fefa es así
Cambios
Mi hermano
Mi papá
Miedo
Tomasito y las palabras
Los sueños del agua
Disparates (rimas y adivinanzas)
Candelaria y los monstruos
¡Qué confusión!
Un mar muy mojado
La hormiga azafata
Federico dice no
Anita se mueve
Anita quiere jugar
Anita junta colores
Anita sabe contar
Anita dice cómo es
Anita dice dónde está
Corazón de grillo
Trabalenguas
Flotante
A Berta le encanta amasar a su gato
Lecturas, aproximaciones y actividades, María Julieta Sánchez
Anita, Federico y Berta
Tomasito
Luisina y Lumumba
Isabel y Enrique
Candelaria, el chico y los monstruos
El fotógrafo, Manuel y el agua
Pablo, Tita y Pancho
José, mi hermano y mi papá
Isidoro
Manuel
Silvia y Juanchu
Margarita, Fefa y Daniela
Este libro, dirigido principalmente a docentes de nivel inicial, bibliotecarios y personas cuya labor gira en torno a la literatura y los niños, pretende fortalecer las bases de una construcción sólida del rol de mediador y de aquello que denominamos animación a la lectura. Quienes consideren que acercar la literatura a niños y niñas constituye una tarea seria, comprometida y respetuosa encontrarán aquí un espacio de reflexión, de lectura y de posibilidades concretas que permitirán vincular diversas obras literarias con juegos y actividades de invención y de exploración.
Los niños y las niñas de cero a cinco años serán considerados en este libro como lectores expertos, ya que no es necesario conocer el código escrito para leer. Ellos, desde que nacen, aprenden a leer situaciones, gestos, imágenes y, de esa manera, construyen el mundo a partir de la propia interpretación y de la lectura que hacen sus padres o allegados acerca de lo que acontece. Así, quienes rodean al niño se convierten en mediadores de lo que cada uno considera como realidad. Por este motivo es que podemos, sin dudarlo, pensar a los niños como lectores expertos. Solamente no conocen las letras y las palabras (algunos), pero eso no los detendrá en lo que hace al acercamiento a la literatura. Y siempre que haya cerca un mediador dispuesto a acercar propuestas que atraigan, que interesen, que desafíen a cada niño, el vínculo se construirá de manera sólida en unos y otros.
En el capítulo uno, se desarrolla una fundamentación que pretende propiciar un momento de lectura o relectura de aquellos teóricos, narradores orales y escritores que investigaron y reflexionaron académicamente acerca de cuestiones vinculadas con la promoción de la lectura en las instituciones. Se revalorizan y relacionan aquellas ideas, conceptos y aportes varios de quienes hasta el momento han sistematizado sus estudios en diversos ámbitos de la literatura infantil y juvenil con el fin de evidenciar el indudable consenso en cuanto a la gran importancia del rol de mediador literario en lo que hace a la formación de lectores. Dicho rol, que puede ser asumido por diversos actores sociales (docentes, bibliotecarios, padres, madres, abuelos, vendedores, etc.), supone un compromiso tanto con la selección de la obra, con el grupo (pensado como totalidad) que recibirá esa obra confiando en quien la presenta, así como un compromiso con cada uno de los integrantes-sujetos de ese grupo considerado como un lector atento, activo, capaz, libre, creativo, comprensivo, entre otros tantos otros atributos.
El capítulo dos presenta, mediante reseñas críticas, una biblioteca posible para trabajar con niños y niñas de nivel inicial. Se recomienda una diversidad de obras literarias pensadas para pequeños lectores de cero a cinco años de edad. Demás está decir que esta selección no supone que los libros aquí presentados no puedan o no deban ser leídos por niños mayores de esa edad. En cada caso, la lectura constituirá una ocasión única para el encuentro con lo otro. Y será el mediador quien deberá garantizar que ese encuentro suceda en las mejores condiciones para que se reproduzca a lo largo de la vida de cada lector.
Siguiendo la línea de los autores puestos en tensión en el capítulo uno, la selección aquí propuesta no representa para nada a una lista de libros aceptados, sino, por el contrario, da cuenta del trabajo con ese material realizado en distintos jardines de infantes y bibliotecas. Con esto queremos decir que dicha selección no es más que eso: una selección de muchas otras posibles y válidas. Simplemente, decidimos explicitar aquí el material más querido, el que más nos identifica, el que más hemos acercado a los lectores que nos rodean.
El tercer capítulo es el de las propuestas didácticas en el aula en momentos previos y posteriores a la lectura de determinado cuento, novela, obra de teatro o lo que hayamos decidido acercar. Allí se ponen en juego los vínculos existentes entre las diversas manifestaciones artísticas, entre los conocimientos previos y posibles de cada uno de los integrantes del grupo, de las lecturas y las preferencias estéticas del mediador, entre las condiciones institucionales en las que se da la ocasión para la lectura, etcétera. Este entramado de vínculos hace a la esencia de la experiencia de lectura, sienta las bases de la relación que estableceremos con ella durante años. Es por este motivo que las actividades propuestas en ese capítulo pretenden abordar cada obra desde el respeto, la capacidad inventiva de los chicos y las chicas, el compromiso del mediador hacia su público y hacia el libro seleccionado junto a su propuesta estética.
Cabe destacar que nada en este libro tiene carácter prescriptivo, sino todo lo contrario; se espera que constituya una gran excusa para que cada mediador invente sus propias actividades, lleve a la sala alguna aquí presentada que le haya gustado, pruebe modificaciones que lo identifiquen y que construya su propia ocasión de mediación seleccionando material acorde con cada sala, con cada niño, con cada situación.
María Julieta Sánchez
Licenciada en Letras (UBA), especializada en Lingüística y Análisis del Discurso. Desde el año 2000 da talleres de escritura creativa y animación a la lectura en distintas escuelas primarias. En 2006 dirigió Eripio, revista de poesía circulante. Trabajó en el nivel medio como profesora de Lengua y Literatura. Se desempeña como docente de nivel terciario en el IFD Nº 3 de San Martín de los Andes, en las materias Comprensión y Producción de textos, Gramática textual y Análisis del Discurso.
Título: Lecturas para inventar y disfrutar
Subtítulo: Proyectos y actividades de mediación literaria (91)
Autor/es:
María Julieta Sánchez
Colección: 0a5 La educación en los primeros años
Materias: Prácticas del lenguaje - Proyectos y talleres - Nivel -> Educación Infantil - Destinatario -> Docentes